POR: NEYLA GARCIA
No solo es deporte nacional, es la mayor pasión que mueve al venezolano en un estadio, se unen todos en una barra sacando a flor de piel el humor, la algarabía y la celebración por el triunfo del equipo vencedor o la decepción de la derrota del equipo de preferencia del fanático. Nadie se pierde un Caracas – Magallanes ya es parte de nuestra cultura y se ha arraigado de totalmente en cada rincón de nuestros país desde hace muchos años, todos olvidan sus diferencias sociales y se concentran en las gradas a ver un juego. Si el venezolano tratara de llevar las diferencias de la vida ordinaria como lo hace en un estadio el país tendría un mayor desarrollo.
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